Concurso Museo Regional de Ñuble

La propuesta busca poner en valor la ruina industrial, especialmente su gran nave continua. Para ello, el edificio de hormigón se ha mantenido en su condición actual, y solamente se ha pintado de rojo para destacarlo como pieza singular. Sobre esa preexistencia, se propone una cubierta de tela de baja transmitancia, plegada. 

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LA CUBIERTA DE TELA DE BAJA TRANSMITANCIA: sobre la preexistencia industrial, despegada de ella, se propone una cubierta de tela de baja transmitancia, ventilada, que actúa como una pantalla difusora de luz y mantiene una temperatura e iluminación pareja y constante. 

LA CUBIERTA PLEGADA, LA CORDILLERA Y LOS SOMBREADEROS FRUTALES: Los pliegues de la cubierta recuerdan la cordillera de la zona, así como los sombreaderos sobre sus paños de frutales. Ella recuerda también, de alguna forma, la estructura de la Catedral de Chillán.

EL VACÍO CONTÍNUO DE LA NAVE INDUSTRIAL: se ha privilegiado la conservación del vacío, que constituye un espacio continuo a todo lo largo de la nave. En ese vacío es posible reconocer el corte: la ruina industrial, la cubierta de tela sobre ella, y la importante altura que esta configuración permite. Así, esto hace posibles exposiciones de gran volumen. 

MATERIALIDAD Y ESTRUCTURA: la cubierta de tela se tensa sobre una estructura de madera laminada que no toca la preexistencia de hormigón. Esta preexistencia se trabajará con el encamisado propuesto. Por último, para posibilitar el acceso a través del -1 se corta un tramo de 3 m del cimiento. Esta estructura se reforzará localmente. Los elementos que se incorporan poseen estructuras livianas, principalmente de madera y panel SIP. Esto permite contrastar con el peso de la ruina de hormigón. 

UN EDIFICIO CON USOS MÚLTIPLES: este edificio, además de permitir las exposiciones propias de su naturaleza, se ha pensado como un centro de encuentros para la región, e incorpora sobre el auditorio una terraza de actos que participa de la gran especialidad del conjunto.