
Reconstrucción Peralillo
Peralillo, en la VI región, fue una de las localidades más severamente damnificadas por el terremoto. Su tradicional construcción en adobe se encuentra severamente dañada, a tal punto que una buena parte del tejido histórico ha desaparecido.
La organización internacional YPO (www.ypo.org) a través de su grupo en Chile, que nos contactó por medio de algunos de sus miembros (en particular Nicole Nehme de Ferrada Nehme), está interesada en apoyar la reconstrucción de Peralillo, por sobre el apoyo estatal que se entregará a la reconstrucción. Para ello nos contactó de manera de plantear al alcalde una propuesta que está siendo evaluada.
Así, el desafío del proyecto es el de reconstruir la imagen, la especialidad y los valores urbanos de Peralillo, teniendo en cuenta una solución repetitiva que pueda adaptarse a diferentes tamaños prediales. Para ejemplificar la solución que proponemos, la hemos ilustrado para la manzana definida por las calles Cardenal Caro, Manuel Rodríguez, Chacabuco y 18 de Septiembre.
Sin duda, la fachada continua, sus corredores y el comercio que éstos albergan son la gran cualidad espacial a conservar. Sin embargo, el desafío del proyecto consiste en imaginar una manera de reconstruirlos a pesar de que el módulo de vivienda que se ofrece tiene siempre la misma dimensión, invariable a pesar de que hay predios que van desde los 8 m de frente hasta los 26.
Se ha pensado entonces que la operación clave de la propuesta es la construcción de un “anillo” de parrones en las cuatro caras de la manzana, parrones que actuarán como corredores y constituirán la fachada continua a la calle a pesar de que la edificación, al menos en un principio, no “llene” ese frente.
Con respecto al volumen edificado, hemos imaginado una vivienda de dos pisos, ya que los terrenos críticos (de 8 m de frente y muy profundos) requieren una concentración en el uso del suelo. Esto supone asimismo economías constructivas. La vivienda básica a financiar tiene 60 m2.
Otro de los puntos fundamentales de la propuesta es un comercio de 18 m2 dando directamente al parrón, en primer piso y conectado con el área pública de la casa. Esto permite que, en el caso de ser los propietarios de la vivienda los que operen ese comercio, sea posible aprovechar esa relación: imaginamos, por ejemplo, un local de comida que utilice la cocina de la casa. En el caso de que el local se arriende, basta cerrar la puerta entre él y la vivienda y crear en el área comercial un baño cuyas redes están previstas. En el futuro, el comercio podría extenderse hasta ocupar la totalidad del frente predial de cada lote, hasta así reconstituir la imagen original del pueblo.
El material elegido es la madera, tanto por su comportamiento óptimo ante sismos como por la abundancia de ese recurso en la zona.
Arquitectos | Ricardo Abuauad | Francisco Donoso
Colaboradores | Miguel Reyes | Waldo Clavería





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